EL HOMBRE Y LA MONTAÑA

El páramo, que alguna vez fue un espacio sagrado y preservado, ha pasado a ser un territorio profanado y desequilibrado. La connotación sagrada que los grupos aborígenes le otorgaban se ha desvanecido, dando lugar a la deshumanización del paisaje.

Todos los colombianos dependemos de la montaña: en ella ocurre el milagro del agua, en ella sembramos, cosechamos y transitamos. La cumbre vegetal del país se encuentra en los páramos, la máxima expresión de los Andes tropicales. En estos ecosistemas, una combinación única de factores geográficos y geológicos reúne belleza y desolación, configurando un espacio de extremos. El calor abrasador durante el día se contrasta con el frío extremo de las noches, mientras que la visibilidad se extiende hasta el horizonte o se limita al frailejón más cercano, cuando la niebla, eterna compañera del páramo, lo envuelve todo.

A pesar de su majestuosidad, hoy nos enfrentamos a una realidad alarmante. Según estudios del DANE, el 70% de la población colombiana vive en las cordilleras, lo que genera una presión inmensa sobre los ya escasos bosques altoandinos. La degradación ambiental y la fuerte acción antrópica han roto la delicada relación ecológica que sostenía estos paisajes. Esta ruptura es tanto física, con la transformación del suelo y la pérdida de vegetación, como cultural, con la desaparición del valor simbólico y sagrado que alguna vez le conferimos a este espacio.

La presente exposición busca sensibilizar y reconectar al espectador con la esencia del páramo. A través de estas imágenes, no solo se pretende revelar la belleza singular de este ecosistema, sino también crear conciencia sobre los riesgos que enfrenta. El cambio climático y la intervención humana están acelerando la desaparición de los glaciares. En su lugar, las morrenas se alzan como marcas visibles del retroceso del hielo, recordándonos la fragilidad de estos espacios. No podemos proteger aquello que desconocemos; esta muestra es una oportunidad para comprender por qué debemos luchar por su conservación.